4. Los planos inéditos de las fortificaciones en La Raya cacereña

Las construcciones defensivas tradicionales, heredadas de la etapa medieval se basaban en el tradicional castillo (castillo viejo de Alcántara, de Eljas, de Herrera de Alcántara y de Trevejo), normalmente levantado sobre formaciones rocosas, y las ciudadelas, defendidas por cortinas de altas murallas y torres que las protegían, elevando su altura incluso por encima de aquellas, para impedir la escala del recinto por las fuerzas asaltantes. Con los avances de la artillería, que en la década de 1450 ya estaba dotada de una considerable potencia destructiva, se vio que los altos muros medievales, sucumbían fácilmente ante el fuego enemigo.

Las fortalezas abaluartadas o de traza italiana surgieron como un nuevo estilo de fortificación, desarrollado en Italia a finales del siglo XV y principios del XVI en respuesta al intento de invasión francés de la península. El ejército francés estaba equipado con nuevos cañones capaces de destruir fácilmente las fortificaciones de estilo medieval, castillos con altos muros que eran un objetivo fácil para la artillería. Para contrarrestar el poder de las nuevas armas, los muros defensivos de las fortificaciones se hicieron más bajos y anchos, construidos generalmente con piedra y arena que absorbía mejor el impacto de los proyectiles lanzados por los cañones. Inicialmente, se introdujeron mejoras en las viejas fortificaciones, añadiendo elementos nuevos en los puntos que se consideraban mas débiles del recinto. Pueden observarse en ángulos y flancos, las nuevas torres de planta poligonal, llamadas baluartes o bastiones. Para mejorar las defensa, los bastiones ofrecían la posibilidad de efectuar un fuego cruzado sobre los atacantes. El resultado fue el desarrollo de las fortalezas en forma de estrella. Para poder tomar mediante un asalto este tipo de fortificaciones, era necesario establecer un sitio que las privara de ayuda del exterior y situar una batería de cañones que tras varios miles de disparos, creara una brecha en el muro que permitiera el asalto de la infantería. La necesidad de bloquear dichas fortalezas, a veces durante un año, requería un elevado número de soldados y hacía aumentar de forma espectacular el coste de la guerra, por lo que sólo los grandes estados de la época podían permitirse sitiar una ciudad protegida con este tipo de fortificación.

Estas nuevas fortificaciones, debido al gran coste que suponía su construcción, se improvisaban a menudo a partir de las defensas anteriores. Las murallas medievales se rebajaban en altura y se cavaba una zanja alrededor de ellas. La tierra extraída en la excavación se acumulaba detrás de las murallas para crear una estructura sólida. Mientras que las fortalezas construidas especialmente tenían una imposta de ladrillo, debido a la capacidad de este material para absorber los golpes del fuego de artillería, muchas defensas improvisadas recortaban costes obviando este paso y, en su lugar, acumulaban más tierra. Otro ejemplo de improvisaciones consistía en rebajar las torres medievales redondas y su relleno para el fortalecimiento de su estructura. A menudo era también necesario ensanchar y hacer más profunda la zanja que rodeaba a las murallas para crear una barrera más efectiva contra los asaltos y ataques con explosivos. Los ingenieros de los años 1520 construían enormes terraplenes, en ligera pendiente, llamados glacis, en frente de las zanjas, para que las murallas estuvieran casi totalmente ocultas al fuego horizontal de artillería. El principal beneficio de los glacis era impedir que la artillería enemiga pudiera apuntar al blanco. Cuanto más alto era el grado de elevación del cañón, más bajo era el poder de parada.

De los trece planos de poblaciones de La Raya cacereña existentes en la Colección Gaignières, solamente dos (Alcántara y Moraleja) representan un fortaleza abaluartada que rodea el perímetro de la población. En los otros once casos, se trata de simples fuertes a los que se le han añadido algunos elementos defensivos "abaluartados", rodeando antiguos castillos medievales o el edificio más robusto de la localidad: casas fuertes de encomienda, iglesias; aunque algún caso se desmarca de lo anterior. No me considero un experto en este tipo de fortificaciones, por lo que pido disculpas adelantadas ante posibles errores en la interpretación de los mismos; el objetivo final es dar a conocer los planos por si alguien los quiere tener en cuenta en futuros estudios. En cualquier caso, recomiendo en este punto un salto en el orden de la lectura y que antes de continuar revisen el apéndice I: Glosario de Términos asociados a las fortalezas abaluartadas. Los planos de estas trece fortalezas o fuertes los estudiaremos en los siguientes capítulos:

4.1 Fuerte de la Savoche (Acehuche)
4.2 Alcantara (Alcántara)
4.3 Casa del in comienda fortificada de Broças (Brozas)
4.4 Fuerte de Cadalso (Cadalso)
4.5Fuerte de Cilleros (Cilleros)
4.6 Castillo de las erxas (Eljas)
4.7 Castillo derrera (Herrera de Alcántara)
4.8 Moraleja (Moraleja)
4.9 Fuerte de Sanmartino (San Martín de Trevejo)
4.10 Fuerte de la Torre de Gata (Torre de Don Miguel)
4.11 Castillo de Trevejo (Trevejo)
4.12 Fuerte de Valverde (Valverde del Fresno)
4.13 Fuerte de Villamiel (Villamiel)